Bueno, en teoría todo se empieza por el principio, no? pero la verdad es que esto va a ser un tanto desordenado y sin mucho esfuerzo por mantener coherencia... así que ya están advertidos.
Hace una punta de años, mis viejos nos llevaban al campo; si habia un fin de semana libre... pues nos metían en el carro y saliamos a la aventura hacia destinos nuevos! De esta manera es que puedo decir que he recorrido todo mi país, desde los desiertos y playas de la costa hasta la selva amazónica.
En estos viajes, pude ver la cantidad de paisajes increibles que hay ahí afuera (de las ciudades) y lo diferente que son las personas unas de otras... y al mismo tiempo siguen siendo iguales.
Estas andanzas de niño y joven me motivaron y ahora, cuando llego a trabajar, me doy cuenta que sigo haciendo lo que me gustaba de chico. Salir de la ciudad, internarme en el campo y ponerme en contacto con la gente y el medio donde viven. Pasear por el callejón de Huaylas, o cruzar la Cordillera Blanca en auto es una cosa... pero acampar en un campo de cebada, acompañar al propietario a pastar sus ovejas... o caminar con un arriero llevando mulas y llamas por los glaciares cruzando la cordillera es otra totalmente distinta.
El medio natural toma mucho valor cuando lo asocias a su gente. La montaña deja de ser una formacion geológica para convertirse en una referencia geografica, o la representación del "espiritu" que protege a tu pueblo. El río deja de ser un curso de agua para ser tu despensa, tu camino, tu madre y tu patio de juegos.
Así que aquí me tienen, luego de 40 años sigo haciendo lo que hacía cuando era un bebé: viajando por el campo y admirando lo que la naturaleza nos dá. Sólo que ahora tengo un bono... me pagan por hacerlo!
Ya iremos hablando de esto. Nos vemos
Hace una punta de años, mis viejos nos llevaban al campo; si habia un fin de semana libre... pues nos metían en el carro y saliamos a la aventura hacia destinos nuevos! De esta manera es que puedo decir que he recorrido todo mi país, desde los desiertos y playas de la costa hasta la selva amazónica.
En estos viajes, pude ver la cantidad de paisajes increibles que hay ahí afuera (de las ciudades) y lo diferente que son las personas unas de otras... y al mismo tiempo siguen siendo iguales.
Estas andanzas de niño y joven me motivaron y ahora, cuando llego a trabajar, me doy cuenta que sigo haciendo lo que me gustaba de chico. Salir de la ciudad, internarme en el campo y ponerme en contacto con la gente y el medio donde viven. Pasear por el callejón de Huaylas, o cruzar la Cordillera Blanca en auto es una cosa... pero acampar en un campo de cebada, acompañar al propietario a pastar sus ovejas... o caminar con un arriero llevando mulas y llamas por los glaciares cruzando la cordillera es otra totalmente distinta.
El medio natural toma mucho valor cuando lo asocias a su gente. La montaña deja de ser una formacion geológica para convertirse en una referencia geografica, o la representación del "espiritu" que protege a tu pueblo. El río deja de ser un curso de agua para ser tu despensa, tu camino, tu madre y tu patio de juegos.
Así que aquí me tienen, luego de 40 años sigo haciendo lo que hacía cuando era un bebé: viajando por el campo y admirando lo que la naturaleza nos dá. Sólo que ahora tengo un bono... me pagan por hacerlo!
Ya iremos hablando de esto. Nos vemos
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