Frase que le escuché a Götter (un amigo que conocí por el ersof) y que encierra mucho de lo que nos haría vivir mejor. Pasar un tiempo caminando, conversando, descansando con amigos... sin nada más planeado o planteado te devuelve un montón de energía.
Regresar a los juegos de la niñez, re-descubrir la simpleza del trompo, las canicas, las escondidas, matagente... recuedo una noche que nos juntamos en el barrio algunos amigos (ya casasos y con hijos) y nos pusimos a jugar a las escondidas. Esos momentos los tengo guardados y atesorados.
Conversar sobre todo y nada... libros, películas, pasatiempos, proyectos. Te acerca más a los amigos y te da la posibilidad de crear nuevos amigos.
Los momentos con mis hijos, cuando veo la sonrisa de Gabriel por haber corrido 536 vueltas en la pista de Chacarilla... o la de Valeria por que contruyó un casco vikingo de papel. Me dan la satisfacción de verlos alegrarse con sus propios logros.
Tomarme un café con mis viejos, mis hermanos... en fin... los momentos más significativos para mí han estado ligados a cosas simples y sencillas. Qué cosas nuevas me faltan por ver y aprender?
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