Mis hijos se convirtieron en parte de esta iniciativa, de pronto mi enano no sólo recogía las que encontraba en casa (que tomamos muy pocas gaseosas) o en la calle, también las pedía en las bodegas y a veces buscaba dentro de los tachos.
Hace unos días se inauguró la obra llamada 121 contenedores. Tal vez si pasas por ahí y miras los contenedores llenos de tapitas de colores encuentres un espacio/objeto interesante o atractivo. Tal vez encuentres algo que no puedes entender o comprender... o que te parezca absurdo.
Estas fotos son de anoche, la verdad es que a mi me gusta ver los contenedores. Yo veo en ellos cómo una persona con un mensaje persistente logró movilizar a muchos desconocidos para conseguir una cantidad increible de tapitas de plástico. Y ahora, algunos de ellos (como mis hijos) son más concientes de la basura que generan y su destino.
Me gustaría ver que ese material recolectado y acumulado se convierta en algo más, una obra de arte, nuevas tapas de botella, juguetes, ropa o lo que sea. Me gustaría que el trabajo depositado en esos 121 contenedores no quede ahí... degradándose a la luz del sol o perdiéndose en el recuerdo Limeño. Creo que reciclar la obra que fué recolectada cerrará el ciclo que el artista trajo a nuestra atención.
Aquí les dejo el enlace al blog de "Soy un recolector":
http://www.soy-un-recolector.blogspot.com/
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