Hay momentos en que tomas decisiones definitivas en tu vida. Estudiar en la universidad, que estudiar, casarte, divorciarte...
El año que paso fue un año que tomé una de las decisiones más importantes de mi vida, divorciarme. Y lo que me trae a estas lineas se origina de esa decisión. Yo tengo varios pasatiempos y los juegos de estrategia son uno de ellos; he pasado casi 5 o 6 años construyendo un pequeño ejercito de miniaturas y el fín de semana pasado decidí venderlas todas...
La verdad es que ya no era algo que me apasionara, antes pasaba horas enteras pensando como armaría o pintaría cada parte de ese ejercito, qué nuevo equipo conseguiría o cómo lo usaria en las partidas del fin de semana. Pero esa magia se fue... se esfumó, desapareció. Ahora tengo unos cuantos dólares más que me permitirán comprar un refrigerador para mi nuevo depa...
Lo más extraño es que sí hay sensación de pérdida... de un huequito que quedó y que tengo que llenar...
Pero no hay remordimiento, mis soldaditos estan en manos de un general hábil y dedicado, alguien que los va a cuidar y les va a dedicar el tiempo que se merecen... el tiempo y la pasión que yo no podia dedicarles. No es extraño que un hecho supuestamente frívolo nos lleve a pensar en otras situaciones más comprometidas no? en fin... aún tengo que masticar este tema.
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